Para la ONG Azul Ambientalistas, el equivalente a no menos de 10 millones de árboles habrán sido consumidos durante la campaña para las elecciones presidenciales, pautadas para el 7 de Octubre próximo.
Plantean los ambientalistas, que a lo largo y ancho de los 335 municipios de país, durante estos tres meses de campaña oficial, en la contienda electoral se utilizaron unas 700 mil toneladas de papel y/o productos derivados, dedicadas para hacer hojas volantes, panfletos, comunicados, encartados publicitarios, nuevos periódicos electorales, libros, afiches, calcomanías, papelillos, entre otros, que equivaldrían a desforestar a un bosque de 600 km2.
El portal web ecoticias aseguró que para producir estas toneladas de madera procesada fue necesario usar en agua potable y energía eléctrica (kw/h) el equivalente al consumo de una ciudad de 1,5 millones de habitantes durante un año.
“Un árbol por cada voto”
A continuación se presentan algunas ideas que pudieran ser soluciones para alcanzar un mundo mejor:
- Una manera de frenar esta desforestación indirecta inducida por el sobreconsumo que generan las campañas electorales, seria solicitarle al CNE, que le exija a los partidos que así como consignan un numero de firmas para abalar las candidaturas, se muestre evidencia de una siembra de árboles equivalentes a las firmas llevadas. La consigna pudiera ser: “Un árbol por cada voto”.
- Que en cada parroquia o municipio se deben sembrar tantos árboles como voto saque en esa localidad los partidos políticos y que esa condición sea permanente y obligatoria.
- El CNE pudiera dar los lineamientos sobre qué tipo de árboles debiesen sembrase durante el desarrollo de la campaña política según la condición geográfica.
- Estas iniciativas estimularían la creación de más de 10 mil ecoempresas de viveros en todo el país.
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