Este viernes termina la consulta pública convocada por el Banco Central de Venezuela en torno al proyecto de resolución que establece la fabricación y uso de la moneda comunal , donde los participantes intercambiarán bienes y servicios a través de monedas, distintas al bolívar, y que solo podrán ser utilizadas en un espacio geográfico determinado.
No obstante, la norma ya ha generado críticas, Alberto Guillen, economista, alerta sobre los riesgos inflacionarios de la creación de sistemas paralelos de pago.
“Si observamos el alza de precios de 17 % que tuvimos en los primeros ocho meses del año, nos damos cuenta de que los objetivos de esta nueva ley no pueden ser impulsar la economía comunal que en estos momentos supone el dos por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) venezolano, para llevarlo a cifras como en Italia, donde representan el 30 por ciento hace falta aún demasiado, es totalmente inaplicable en nuestro país» destacó el economista.
El Comité de Valor, Control y Calidad de cada comunidad supervisará, según la normativa, el valor de referencia de los bienes y servicios que ofrece cada «prosumidor» (productor y consumidor) y elaborará tablas de equivalencias tomando en cuenta el «tiempo socialmente invertido, el costo de los insumos, técnica de producción y los costos operativos».
Según datos del gobierno nacional, existen en la actualidad 160 mil cooperativas, que serían las encargadas de aplicar el sistema.
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